Opinión

El Mutún y las lecciones NO aprendidas

4 de agosto de 2020, 7:03 AM
4 de agosto de 2020, 7:03 AM

Es común escuchar que el hombre aprende más de sus errores que de sus aciertos y que el camino al éxito está más lleno de fracasos que de logros, concuerdo con ello en tanto los mismos errores no se repitan de forma sucesiva, lo que en realidad resultaría en una necedad, o cuando el cumulo de errores ha devaluado los escasos logros. En definitiva nadie está libre de yerros porque somos imperfectos, lo fundamental es que aprendamos de los errores y que seamos capaces de enmendarlos.

La semana pasada con bombos y platillos se anunciaba la exportación de un primer embarque por Puerto Busch de 27.500 toneladas de mineral de hierro a la Argentina, destinadas a una subsidiaria de Arcelor Mittal una de las mayores siderúrgicas del mundo, que contrató la provisión de 150.000 toneladas de mineral de hierro de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), por 3 millones de dólares lo que equivale a un precio de 20 dólares por toneladas según nota de prensa publicada por el diario El Deber (22/07/2020).

A esta primera exportación se sumarian otras 200 mil toneladas a China y USA lo que sumadas a las ya comprometidas podrían significar un ingreso de 9 millones de dólares para la estatal ESM, lo que en promedio significaría un precio de 25 dólares por tonelada de nuestro mineral de hierro proveniente de una de las reservas más grandes del mundo, la reserva de El Mutún.

Al efecto cabe anotar que el precio internacional del mineral de hierro en los últimos meses subió de USD 95 por Tn en enero de 2020 a USD 107 por Tn al 28/07/2020 (www.indexmundi.com) en condición “Mineral de Hierro Fe China 62% CFR”, lo que equivale a decir que el costo de realización del mineral de hierro boliviano estaría en promedio en 75 dólares por tonelada considerando el precio del mercado internacional condición CFR Tianjin Port, China, país que importa cerca del 80% de la oferta mundial de mineral de hierro para sus 245 siderúrgicas. En resumen, el costo de comercialización del mineral es tres veces su valor en Puerto Busch, algo lógico en las materias primas sin el mínimo de valor agregado.

Esta penosa situación de nuestra realidad productiva y exportadora nos retrotrae a mediados del siglo XIX cuando a escasos 25 años de lograda la independencia, el país vivía esencialmente de la explotación de los minerales metálicos de plata y oro, además de los escasos tributos agrarios en el altiplano y los valles. Hacia el primer centenario de la República en 1925 el país seguía viviendo de la actividad extractiva, esta vez del estaño, el zinc y la plata, además de la goma extraída de la amazonia, situación prolongada hasta mitad del Siglo pasado cuando dependíamos del petróleo y el gas natural hasta los tiempos actuales con la construcción de los gasoductos a la Argentina y Brasil. Lo penoso es que a cinco años de cumplir el Bicentenario, seguimos produciendo y exportando materias primas básicas sin ningún valor agregado, incluyendo las materias primas agrícolas, es decir que en 200 años no aprendimos de las lecciones pasadas.

Lamentablemente en los últimos 20 años de precios de bonanza de las materias primas que producimos y exportamos nuestros sucesivos gobiernos no fueron capaces de generar valor agregado competitivo a la producción del gas natural, al igual que después de 15 años nuestra frontera agrícola creció menos del 50% cuando países vecinos la triplicaron, lo que nos da escasas posibilidades de diversificar la producción y agregarle valor, lo que a su vez nos condena a seguir siendo un país de economía primaria.

El más claro ejemplo del retroceso que vivimos hoy, lo tenemos en el hierro y la industria siderúrgica, cuando hace 15 años perdimos la oportunidad de tener una industria del acero a partir de una inversión brasileña en Puerto Quijarro, que más allá de los problemas de su génesis, que bien pudieron resolverse, hoy nos tienen en un retraso siderúrgico de al menos 30 años.

No habiendo aprendido esa triste lección, el anterior gobierno se asoció en 2007 con la Jindal Steel Ltd, para explotar el 50% de la reserva de El Mutún lo que terminó el 2012 como un nuevo fracaso y pérdida para el Estado boliviano que fue demandado por 86 millones de dólares ante la Corte de Arbitraje de la CCI, que casi con seguridad tendremos que pagar o tranzar.

A falta de un buen corolario, el 2018 se contrató a la china Sinosteel Co. para construir una mini siderúrgica por USD 440 millones, que además de su aparente inviabilidad económica, a la fecha solo tiene un avance del 5%, y serios problemas de incumplimiento de contrato de los que se acusan mutuamente tanto Sinosteel como la ESM, entre tanto, el país seguirá exportando el mineral de hierro como materia prima a una tercera parte de su valor de comercialización.

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